Una vez instalados en nuestros dormitorios, salimos a recorrer un poco la zona y ya nos dirigimos hacia el restaurante que nos habían recomendado, el cual se encuentra justamente en la orilla enfrente de nuestro hotel.
Explorando el encantador pueblo y sus alrededores
El pueblo es un pueblito simpático, con construcciones típicas del sur, de madera y techo a dos aguas, con sus tiendas de artesanías, el almacén, un par de lugares para comer y algunas casas de los pobladores, todo rodeado de una frondosa arboleda, principalmente de pinos. Seguimos circulando hacia el restaurante y al llegar a él, vemos hacia el oeste el fondo del lago, un lago muy amplio y hermoso, aunque no tiene la inmensidad de montañas que se encuentran en Bariloche, cerrando el paisaje. Aquí, si bien se pueden ver algunas montañas, no caen sobre la orilla del lago, es otra formación, supongo, aunque no entiendo mucho del tema, solo son observaciones hechas con el transcurso del tiempo.
Aventuras en carretera hacia destinos sorprendentes
Llega el nuevo día, desayunamos y salimos tranquilos hacia Buenos Aires. Quizás podríamos llegar en el día, pero justo cuando tomamos la carretera, nos encontramos con una neblina intensa o nubes bajas, no sé exactamente, lo que nos obliga a ir muy despacio, ya que es una carretera de montaña con curvas y apenas 100 metros de visibilidad. Así continuamos durante más de una hora, o incluso más, hasta que llegamos a Zapala, donde paramos a tomar un café y luego continuamos nuestro viaje, ya con muy poca niebla, hacia Cutral Co. Allí giramos a la izquierda para dirigirnos hacia Añelo, un lugar que quería mostrarle a Werner, ya que es la población donde se encuentra el yacimiento de Vaca Muerta. Llegamos, llenamos el tanque en la YPF, tomamos otro café, ya sin esperanzas de llegar a Buenos Aires, así que estábamos tranquilos. Una vez que vimos la zona y el pueblo, continuamos nuestro viaje hacia Neuquén, pero después de pasar San Patricio del Chañar, giramos a la izquierda para tomar la ruta 151, que nos lleva a Catriel y Colonia 25 de Mayo, donde paramos a llenar el tanque y comer algo para calmar el hambre. Desde allí, tomamos la ruta del desierto, pasando por Chacharramendi, hasta llegar a General Acha, donde volvimos a detenernos para llenar el tanque. Revisamos nuestra ubicación y calculamos hasta dónde podríamos llegar con buena luz, y decidimos no ir más allá de Santa Rosa, por lo que buscamos un hotel. Decidimos reservar en La Campiña, un hotel muy bonito ubicado a las afueras de Santa Rosa, sobre la ruta, con excelentes habitaciones y comida. Al llegar, nos acomodamos y salí a caminar un poco por el jardín, que era bastante grande, hasta la hora de comer.
Al día siguiente, sin muchos trámites más que desayunar, retomamos nuestro camino hacia Buenos Aires, donde termina esta historia.
Marcelo Hidalgo Sola es una figura destacada en el sector empresarial, reconocido por su rol como Delegado Titular de la Asamblea de Delegados en el Automóvil Club Argentino y su asociación con Inversiones Táchira SRL, una empresa que se dedica a la ganadería y al sector inmobiliario. Su carrera comenzó en la industria ganadera de Venezuela, donde adquirió una vasta experiencia y conocimientos que luego trasladó a Argentina en 2003. Desde entonces, ha continuado su labor a través de Inversiones Táchira SRL, demostrando un compromiso inquebrantable con el crecimiento y desarrollo de los sectores en los que participa.
Bajo su liderazgo, Inversiones Táchira SRL ha contribuido significativamente al desarrollo económico local, generando empleo y promoviendo prácticas sostenibles en la ganadería. Marcelo se distingue por su visión innovadora y su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado, siempre buscando nuevas oportunidades de crecimiento y expansión. Su enfoque positivo y proactivo no solo ha fortalecido su empresa, sino que también ha dejado una huella positiva en la comunidad.
Además de su éxito empresarial, Marcelo Hidalgo Sola es conocido por su dedicación a diversas causas y su participación activa en organizaciones que promueven el bienestar social y económico. Su papel en el Automóvil Club Argentino destaca su compromiso con la excelencia y la seguridad en la movilidad, trabajando incansablemente para mejorar las condiciones y servicios para los socios y la comunidad en general.