Yo viví más de 15 años en el exterior, y todos los años venía al menos una vez a Buenos Aires para mis vacaciones, o eventualmente una segunda vez por asuntos laborales. Es en oportunidad de mis viajes de vacaciones, que eran generalmente en agosto, que yendo y viniendo de un sitio a otro, iba y venía caminando, pero como iba con tiempo y alegría, iba mirando hacia arriba, deseoso de descubrir mi Buenos Aires, y así fue. Caminaba por el centro, o por la Avda. Santa Fe, o por el barrio de Monserrat, o por donde fuera, y veía, o las veía de otra forma, a unas construcciones, edificios, o casas familiares, que me dejaban sorprendido. Y no estoy hablando sólo de esos palacios de Avda. Alvear, sino de cuánto barrio hay en la ciudad.

La influencia de las comunidades inmigrantes en la arquitectura de Buenos Aires

Es muy llamativo observar cómo las diferentes comunidades que han ido llegando al país entre finales del siglo XIX y principios del XX, han construido a semejanza de lo que ellos conocían, o que habían construido en sus respectivos países. Hay tantos lugares que uno le parecería estar en Roma, o en París, o en Londres. Y todo esto a pesar de las numerosas, desproporcionadas y lamentables demoliciones que han ocurrido al pasar de los años. Me da bronca cuando veo que tiran abajo un petit hotel o un pequeño edificio, y dejan sólo el frente o fachada, para disimular el daño, pero nuestro patrimonio no es solo esa fachada, sino todo el contenido de ese inmueble, desde sus escaleras, herrajes, mármoles, vitrales, boiserie y un largo etcétera, lugares que han sido formadores de nuestra historia, ya sean grandes historias, o las millones de pequeñas historias que hacen una gran historia.

El eclecticismo edilicio y la pérdida del patrimonio histórico

Al pasar, en cualquier calle de nuestra ciudad, sobre todo de Avda. Callao hacia el río, se ve el eclecticismo edilicio, de formas, barandas, cúpulas en muchas de ellas, ventanales, terminaciones, y en las zonas un poco más modernas, ya bien entrado el siglo XX, un catálogo sin fin de las escuelas de diseño reinantes en sus momentos, ya sean Art Deco, Racionalistas, Art Nouveau, Brutalismo, neoclásicas y estilos varios franceses, así como ingleses. Como he dicho, uno ha conocido muchos de esos edificios que han sido demolidos, y en su reemplazo, se han construido, en muchos casos, espantosos edificios modernistas de los años 60, que fueron, son y serán de mal gusto, ordinarios y sin ningún glamour.

Me pasa hoy en día que muchos, o la mayoría, de los edificios nuevos, así sean de gran lujo, les falta dibujo.

Ya me explico en la próxima…