Desde el año pasado, con mis amigos de golf del Jockey Club y nuestras respectivas mujeres, estamos haciendo unas salidas de golf a distintos lugares. El año pasado, para abril, fuimos a Potrerillos de Larreta y en noviembre, fuimos a Ascochinga, donde está la estancia La Paz, antigua estancia del Gral. Roca. De las 2 canchas de golf, la que más me gustó en ese entonces, fue la de Potrerillos de Larreta. Este año 2023, empezamos repitiendo Potrerillos de Larreta, confirmando que la cancha me alucina, y ahora en noviembre, fuimos a San Martín de los Andes, al Loi Suites de Chapelco.

Andre y yo en el Chapelco Golf Club

Yo San Martín ya lo conocía, desde niño y ya de grande, hasta había pasado con mis amigos venezolanos en moto en el año 2007, y volví a pasar en el 2017 con André, que la busqué en el aeropuerto, pasamos 2 días en esa bella ciudad, y después nos fuimos a Angostura a un casamiento, pero eso es otra historia. El asunto es que el sur se me hace muy querido por distintos motivos, y la idea de ir a San Martín a jugar, me pareció extraordinaria.

Ya en el Loi Suites Hotel Chapelco , alrededor de la mesa

Hicimos todos los preparativos, reservas, de hotel y de avión, y de turnos de salida, así como alquiler de autitos para recorrer el campo, ya que mis amigos son mayores que yo, y no caminan las canchas, salvo en el Jockey, que es plana, y solo en ciertas oportunidades y si jugamos solo 9 hoyos, es decir, todo un algoritmo. Yo tenía ganas de pasar por Neuquén City, así que decidí viajar en mi Tiguan, por lo que debía salir un día antes que ellos. La fecha puesta para ellos, su avión, fue el 21 de noviembre, por lo que yo debía salir el día 20, el día después de las elecciones de segundo término, lo que me inquietaba un poco, ya que todavía no había pasado la primera vuelta cuando hicimos reservas y todo eso. Así que empecé a pensar que iba a hacer, si viajar el mismo 19 a la tarde y parar en Trenque Lauquen, o si salir el lunes a Neuquén, pero quizás me acostaría tarde para ver los resultados de la elección, pero al final, me convencí que no quería ponerme nervioso, ya que saliera lo que saliera, iba a ser un problema, y me puse como objetivo irme a dormir entre 8 y media y nueve de la noche, para levantarme al alba y salir de una, e ir escuchando los resultados por la radio, y así me entretenía. Pero al final, todo fue distinto, ya que a las 7 y media, nos llama Sebas…