Como decía, ya corría enero de 1999, los primeros días de ese mes, y ya volvíamos a Venezuela, donde vivíamos. Dejé mi Jeep Cherokee estacionada en el garaje del edificio de mamá, le hago un par de mimos, me despido, y nos subimos al taxi que nos lleva a Ezeiza, pero ya entusiasmado con la próxima aventura, que ya habíamos combinado con Nicolás, el hermano de mi cuñado, que sería el Volcán La Toma, en San Luis, y luego llegar al Valle de La Luna, en San Juan. Esto sería en agosto de 1999, en 6 meses y pico. Llegamos a Venezuela, San Cristóbal, donde vivíamos, y me reencuentro con mi Ford Explorer, para la cual tenía también grandes planes, como ser el viaje de Venezuela a Argentina, en un futuro incierto, ya que eso requería otra logística.

En el transcurso de esos meses, nos vamos comunicando con Nico para ir cuadrando detalles del próximo viaje.

En Venezuela, en ese mes de febrero de 1999 asume Chávez el gobierno, y empiezo a tener mis inquietudes sobre nuestro futuro, a pesar de que las cosas en mi negocio funcionaban muy bien. Pero un militar golpista de presidente, nunca son buenos augurios.

Va transcurriendo el año, y llegan las vacaciones de Sebas, en agosto de 1999, quien tenía en ese momento unos 15 años, y nos venimos los 3 a Buenos Aires para pasar unos 30 días. Fue un invierno muy frío, por lo que recuerdo. Llegamos desde Ezeiza a casa de mamá, quien nos recibe como siempre con mucha comodidad, y al toque voy a ver cómo está mi Jeep Cherokee, le conecto la batería -en esos tiempos, era fácil saber dónde estaba y fácil sacarle los bornes-, ya que si no, se descargaba por efecto del tiempo y de la luz de la alarma. Esas baterías no eran como las de hoy, que te duran años y ni sabes dónde vienen ubicadas. El asunto es que, con un poco de inquietud por el tiempo transcurrido, pongo la llave y doy arranque, y esta responde al toque. Primer punto para nuestro viaje aventura al Valle de La Luna estaba OK, lo cual no era un detalle menor.

        En viaje de retorno hacia Buenos Aires , desde Cumelen 

Nos juntamos con Nico un par de días después de nuestro arribo, extendemos mapas -siempre me gustaron los mapas, y por más que hoy exista WAZE, yo antes de salir debo mirar un mapa para saber a dónde voy, qué rutas debo tomar, y eso- vemos hoteles, y fijamos fecha, que sería el lunes siguiente.

       Escalando hacia la boca del Volcan de La Toma

La ruta era La Toma, San Luis, dormir en la misma La Toma, visita al volcán el día siguiente, así como a una antigua mina de tungsteno, dormir nuevamente ahí en La Toma, para seguir el día siguiente hacia Valle Fértil, San Juan, por la quebrada de los Condoritos.

       Dentro del Volcan de La Toma ,donde se pueden ver las pircas, pura piedra, una sobre otra.