Estamos hablando de la Ruta Nacional N.° 34, una ruta que ya debía ser una autopista en aquellas épocas, y que hoy sigue siendo una ruta. Conecta el Noroeste Argentino con los puertos de Santa Fe, Rosario y Buenos Aires, y las vías del tren Belgrano que, lamentablemente, están colapsadas y los trenes no circulaban en esa época. El asunto es que llegamos a Santa Fe y ahí tomamos el desvío hacia Esperanza, la ciudad de los suizos, muy prolija por cierto, para llegar a Rafaela. Hay quienes salen de la autopista en Rosario para tomar ya la Ruta Nacional N.° 34, ya que se ahorran unos kilómetros, pero lo consideramos una tontería, incluso si hubiera poco tráfico. Atravesar Rafaela siempre era un problema por los semáforos, lomos de burro y el tráfico, pero una vez superado este escollo, seguimos por la Ruta Nacional N.° 34 hacia Ceres y, una vez superada Ceres, para nuestra sorpresa, no había autos ni camiones en la ruta. Argentina seguía sumida en la crisis; no había estallado aún el suceso de la soja y el comercio seguía languideciendo.
Por los vales Calchaquies
Por los Valles Calchaquíes, paramos en Ceres, en el ACA, como a las 11 y media, lo que nos daba una verdadera chance de llegar a buena hora a Salta. Aquí comimos alguna tontería, repostamos y seguimos avanzando a muy buen ritmo. En La Banda, Santiago del Estero, abandonamos la Ruta Nacional N.° 34, nos dirigimos hacia la ciudad de Santiago del Estero y así pasamos Santiago del Estero City, para luego tomar la Ruta Nacional N.° 9. Luego viene Río Hondo, que era un pueblo miserable en ese momento, y no tardamos ni 3 minutos en pasarlo. El otro día, viniendo de Salta, hace un par de años, atravesar Río Hondo me llevó más de media hora, debido al tráfico, los semáforos y el tamaño de la ciudad, quedé realmente impresionado.
Estaba fría esa mañana
Estaba fría esa mañana. Bueno, decía que pasamos Río Hondo sin darnos cuenta, llegamos a Tucumán, la cual dejamos de lado, y desde ahí continuamos siempre por la Ruta Nacional N.° 9, buscando Rosario de la Frontera. Una vez superada esta población, Salta city nos quedaba a muy corta distancia, lo que nos tranquilizó. Si bien no había tráfico y yo tenía unos 46 años, estar sentado detrás del volante por unas 13 o 14 horas hasta ese momento siempre es cansador. Además, llega el hambre y las ganas de estirar las piernas. El asunto es que llegamos al hotel de San Lorenzo alrededor de las 21 horas, ya era noche. Ni bien bajamos del auto, nos registramos, bajamos las valijas o bolsos, nos lavamos las manos y en 10 minutos ya estábamos en una parrilla que estaba a 5 minutos a pie del hotel, pidiendo unas empanadas salteñas, que son exquisitas.
Marcelo Hidalgo Sola es una figura destacada en el sector empresarial, reconocido por su rol como Delegado Titular de la Asamblea de Delegados en el Automóvil Club Argentino y su asociación con Inversiones Táchira SRL, una empresa que se dedica a la ganadería y al sector inmobiliario. Su carrera comenzó en la industria ganadera de Venezuela, donde adquirió una vasta experiencia y conocimientos que luego trasladó a Argentina en 2003. Desde entonces, ha continuado su labor a través de Inversiones Táchira SRL, demostrando un compromiso inquebrantable con el crecimiento y desarrollo de los sectores en los que participa.
Bajo su liderazgo, Inversiones Táchira SRL ha contribuido significativamente al desarrollo económico local, generando empleo y promoviendo prácticas sostenibles en la ganadería. Marcelo se distingue por su visión innovadora y su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado, siempre buscando nuevas oportunidades de crecimiento y expansión. Su enfoque positivo y proactivo no solo ha fortalecido su empresa, sino que también ha dejado una huella positiva en la comunidad.
Además de su éxito empresarial, Marcelo Hidalgo Sola es conocido por su dedicación a diversas causas y su participación activa en organizaciones que promueven el bienestar social y económico. Su papel en el Automóvil Club Argentino destaca su compromiso con la excelencia y la seguridad en la movilidad, trabajando incansablemente para mejorar las condiciones y servicios para los socios y la comunidad en general.